Nuestras Tradiciones

LA BOCINA


La bocina, elemento tradicional que ha llegado hasta nuestros días, es un instrumento de viento formado por un largo tubo de madera troncocónico de aproximadamente 2,5 metros de longitud que es soportado por ruedas de madera con llantas de hierro y que procesiona con una funda de terciopelo morado. Su sonido es largo y melancólico y se suele tocar en las noches de cuaresma y en las procesiones de Semana Santa, sólo con la Cofradía de Ntro. Padre Jesús Nazareno.


(Foto Isidro García Fernández)

Su origen se remonta a las trompetas de dolor y bocinas del mundo romano, que son adaptadas por la tradición cristiana como bocinas de dolor ante la muerte de Cristo, a la vez que su sonido viene a simbolizar el retumbar de los truenos de la tormenta que dejó a Jerusalén entre tinieblas tras la expiración de Jesús.

EL CHARCO

Algo típico y, podríamos decir, casi exclusivo de nuestra Semana Santa es el charco. El charco consiste en la invitación que el Hermano Mayor de la Cofradía ofrece a todos los hermanos - cofrades que han participado en la procesión al finalizar ésta.

Lo tradicional, en Semana Santa, es obsequiar, finalizada la procesión con enaceitados, dulce típico de Calzada, y “limoná”, bebida hecha con vino y gaseosa echándole a la “limoná” trozos de frutas, sobre todo melocotones.


El charco es el lugar de encuentro de muchos cofrades que por imperativos del trabajo viven fuera de Calzada y que vuelven a sus lugares de origen en estos días. Es una forma más de confraternizar los hermanos de nuestra Cofradía, pues después de las procesiones llega el momento de la charla con los amigos, que quizá desde el año anterior no hemos visto, o de comentar diversos asuntos entre todos en torno a un vaso de “limoná”.

Esta tradición viene de los S. XV y XVI cuando los priostes de las Hermandades tenían por costumbre obsequiar a los cofrades cuando visitaban su casa. Actualmente esta invitación se hace en la sede de la Cofradía, pues éste es el lugar de salida y entrada de los distintos desfiles procesionales. Anteriormente cuando no se contaba con los salones actuales esto se hacía en casa del Hermano Mayor, pues de ahí salían los pasacalles, de los que hablaremos más adelante y terminada la procesión toda la Cofradía iba a casa del Hermano Mayor.

EL PASACALLES

Algo también muy típico, y casi exclusivo, de nuestra Semana Santa son los pasacalles. Media hora antes de salir la procesión y una vez terminada ésta se da el pasacalles, en el cual los hermanos - cofrades acompañados de las distintas bandas de cornetas y tambores que van a tocar durante la procesión, hacen el mismo recorrido que después hará la procesión.


El origen de los pasacalles lo podemos encontrar en la Edad Media en la figura del muñidor, que era un personaje que recorría las calles por donde minutos después iba a discurrir el desfile procesional tocando una campanilla, anunciando que pronto saldría la procesión a la calle.


(Foto Isidro García Fernández)

Actualmente los hermanos se congregan en el Patio de San Francisco y a ritmo de marcha ligera recorren el mismo itinerario que la procesión. El pasacalles que se realiza antes de la procesión tiene la misma función que tenía la del muñidor, pues muchos hermanos se van incorporando a las filas al oír cerca de sus casas el paso del pasacalles.



*Textos sacados del libro “Calzada Penitente, Pasos, Cofrades y Cofradías”, de los autores Enrique Herrera y Juan Zapata.